Soy Jo March, una mujercita de quince años. Mi sueño dorado es el de llegar a ser una escritora famosa. «Estoy trabajando en una novela: es la historia de mi vida y mis hermanas». Mi lugar en el mundo es el desván de mi casa: ahí suelo pasarme el día, leyendo un buen libro y comiendo manzanas. Un escondite perfecto donde refugiarse después de una pelea con tus hermanas. Lo digo por experiencia… Tengo tres hermanas: Margaret, Elizabeth y Amy.
Meg, mi hermana mayor, trabaja como niñera para la familia King. Sufre mucho la situación de pobreza que estamos viviendo y sueña con trajes de noche lindos y acordes con las fiestas de etiqueta.
Beth, alma pura y noble, es un dulce rayo de sol que ilumina nuestras vidas sin pedir nada a cambio. Tiene pasión por la música y la dulce melodía del piano resuena en toda la casa.
Amy tiene un talento natural para el arte. La llamamos la «pequeña Rafael». Llena su pizarrita y sus libros de flores, animalitos y hadas. Le gusta darse aires y actúa como una niña caprichosa cuando no obtiene lo que quiere.
Como ves, somos una pandilla muy alegre y variada, cada una con sus propias aspiraciones. «Las mujeres» tenemos «mente y» tenemos «alma, no solo corazón». Tenemos «ambición, también talento, no solo belleza. Estoy harta de que la gente diga que una mujer únicamente vale para el amor, no lo soporto». «Pienso abrirme mi propio camino en el mundo» vendiendo mis obras y llevando conmigo a mis fieles compañeros de viaje: mi tintero y mi libertad. Mientras tanto, me conformo con la enorme biblioteca de mi tía March, donde me encierro, en cuanto la tía se duerme o recibe visitas, y con los ensayos de mis guiones que, junto con mis hermanas, pongo en escena en el desván de casa.
Lucrezia Borgognoni